jueves, 3 de mayo de 2012

Cómo y cuánto estudiar

A continuación os dejo un enlace interesantísimo sobre la calidad y la cantidad de estudio diario. 


Me gustaría que siempre tuvieseis presente dos cosas fundamentales:

-El cerebro no sabe distinguir entre algo que está bien y algo que está mal. Siempre que toques una cosa de forma incorrecta (insuficiente aire, demasiada tensión en los labios, sonido "descolocado"...) la estarás grabando en tu memoria. No debemos nunca tocar por tocar (lo que el artículo denomina método inconsciente de estudio).
 Imagina que nuestro estudio diario es como construir una pared de ladrillos. Teniendo en cuenta que hay ladrillos malos y buenos, debemos utilizar siempre los buenos. Cada vez que pongas un ladrillo malo, quedará fijado a la pared, y la única forma de que esta pared sea la más bonita, recta y duradera es añadiendo más ladrillos buenos para que no se vean los malos. 
Esta es la forma de funcionar de nuestro cerebro respecto a la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, y no la podemos cambiar.

-En cursos iniciales, lo importante es el proceso, no el resultado. Aunque parezca un poco contradictorio al principio, debemos centrarnos en mejorar todos los procesos que llevan a que una nota, un pasaje, una escala...sean lo mejor posibles. Por ejemplo, si queremos tocar una nota aguda con un buen sonido y sin una tensión exagerada, deberemos centrarnos en cómo estamos cogiendo el aire, si estamos buscando la sensación del paso del aire a través de los labios, si estamos vocalizando correctamente, si estamos intentando imitar la sensación de vibración que obtenemos al hacerlo únicamente con la boquilla.... Son muchos factores a tener en cuenta, que finalmente se reducen a una sola sensación que debemos aplicar en todo momento. Lo normal es que al principio no salga esa nota, pero si utilizamos malos recursos, lo que conseguiremos será fijarlos en nuestra forma de tocar y convertirlos en lo que solemos llamar "vicios", que después son difílies de eliminar. No debemos utilizar la idea de "que salga a toda costa" sino el "si hago lo correcto, ya saldrá".

Por lo tanto, busca siempre la sensación del aire saliendo entre los labios y ten mucha, mucha paciencia.

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